«
¿Cómo os conocisteis?
La pregunta por excelencia de todas las parejas. Y la respuesta suele ser una historia burbujeante y tierna sobre un flechazo de Cupido.
Mi encuentro es ligeramente diferente. Estaba merodeando por un barrio adinerado de Beverly Hills, buscando a alguien que me tomara por novia, ya sabes, para poner celosa a mi archienemiga, que por cierto, acababa de despedirme.
El estaba dando vueltas por la manzana como una especie de magnífico ogro, murmurando sobre un negocio que había salido mal y tratando de salirse con la suya.
Y fue entonces cuando nos encontramos.