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Bastian y Angie se conocieron cuando tenían seis años, crecieron juntos como vecinos unidos solo por Maxi, el hermano mellizo de Angie y mejor amigo de Bastian. Su relación se basó en la competencia, ya sea por la atención de Maxi o por las notas de la escuela. Lo que fuera que hiciera sobresalir a uno por sobre el otro estaría bien, pero ahora, con diecisiete años y a punto de enfrentarse al último año del colegio, algunas cosas van a cambiar.
Dicen que nuestra vida es el resultado de nuestras creencias. Angie creía muchas cosas, entre ellas: que Bastian era un mentiroso, un mujeriego y un oportunista. Aun así, cuando él se enamoró de Dulce, su única amiga, ella decidió que harían buena pareja por lo que intentaría ayudarlos.
Pero los secretos pesan más que mil verdades, y Angie y Bastian guardan uno del cual no habían hablado en años. En su proyecto de actuar como Cupido,