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Un justiciero lleno de cicatrices.
Una belleza titulada.
Dos secretos. Un encuentro fatídico.
Dos mentiras. Una verdad.
Un suceso que dejó a Londres sin palabras.
Un testigo: toda la ciudad.
El 19 de diciembre de 1851 tuvo lugar un crimen en el centro de Londres. Una de las pocas que sabe lo que realmente sucedió es la condesa Alina Bronskaya.
Pero nunca hablará de ello.
El crimen es su maldición y su salvación.