El Principito está llegando… No le gusta que miren lo que le pertenece y, definitivamente, ella le pertenece. Su mujer, su amante, su secreto más íntimo. Nadie puede tocarla, nadie puede mirarla. ¿Quieres morir lentamente? No, no quieres. Ellos nacieron para estar juntos, no intentes oponerte al destino o terminarás muy mal. Al Principito no le importará mancharse las manos por su hembra. ¡Ups! Ya lo hizo una vez, ¿qué importa otra más? ¿Puede un secreto ver la luz después de tanto tiempo? Observa sus movimientos, ellos se mueven en las sombras.